lunes, 8 de marzo de 2010

A mis amigas en el Dia de la Mujer

As they say in English: “a friend in need is a friend indeed”



Te miras en el espejo con tu mano sobre tu frente, escudriñando tu hermoso rostro – hermoso, ¿por qué no? – con mucho cuidado. No trates de enjugar esa traviesa lágrima que se desliza sobre tu mejilla porque has encontrado tu primer cabello blanco.

Ha pasado el tiempo sin que te hayas dado cuenta. Tu esposo, tus hijos, tus nietos. Se han marcado surcos alrededor de tus labios y en el borde de tus ojos. Pero, tanto arrugas como canas han dignificado tu belleza.

Los pliegues en la piel de tu rostro, más que por efecto de la edad, son consecuencia de las penas que el devenir de la vida conlleva. Las odiosas “pata de gallo” que circundan tus párpados son, seguramente, el camino de ocultas lágrimas. La triste curva descendente de tus labios, son palabras de amor nunca pronunciadas. La sombra en tu mirada es el agobio de tu corazón que palpita al ritmo del palpitar del corazón de todos a los que amas.

Sin embargo, te sientes tan vital que podrías danzar como las jóvenes lo hacen en sus alegres momentos. Tus ojos aún conservan su brillo juvenil y tus labios están húmedos y rojos, como estaban cuando dejaste de ser adolescente para convertirte en mujer.

Es que has sido una feliz esposa y una amante madre. Porque sientes que esa primera cana es el prueba tangible de que has aprovechado tu vida. Es la prueba tangible de tu realización como hija, esposa y madre. Es decir, como mujer.

Te sigues mirando en el espejo. Pero ahora no es una lágrima furtiva la que ensombrece tu semblante, sino una sonrisa traviesa la que lo ilumina. Recuerdas la mano de tu mamá acariciando ligeramente tus cabellos, sientes el beso maternal que roza tu frente. Hasta te parece ver la sonrisa cómplice de tu papá, cuando salías para tu primer baile.

Ya tu primer cabello blanco no tiene importancia. Tampoco importa que el sol del verano se esté por poner y que la primavera comience a retirarse. El otoño es hermoso y es sabio.

Tu, en tu madurez, con tu cabello gris y tu rostro con sus plieguecitos ganados a través de la vida que has vivido, eres hermosa y eres sabia. Porque eres MUJER.


En tributo al gran poeta Thomas Haynes Bayley (1797-1839)

1 comentario:

  1. Muy buen articulo. Es una genial descripción de la mujer. Realmente felicitaciones y quisieramos seeguir leyendo tus artículos. Go on!!!!!!

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